El verbo J es una novela (Laguna Libros, 2018) que trata sobre una mujer trans, centroamericana y de orígenes pobres, en su travesía hacia esa ilusión de libertad llamada Estados Unidos, libertad en los sentidos más amplios: los económicos, que son los más evidentes, pero también los sexuales.

Si en Roza tumba quema Claudia Hernández nos narró la vida de mujeres que dedicaron su vida a la guerra y a cambio recibieron una paz desoladora, en El verbo J la pobreza estructural, la misma que avivó las llamas del conflicto armado y que continúa promoviendo las caravanas de migrantes, detona la travesía del personaje por Centroamérica y México, hacia ese gran país del norte donde ser pobre y trans no duele tanto. O al menos eso es lo que dicen.

Aquí de nuevo, tal como lo hizo ya en Roza tumba quema, Hernández nos presenta personajes que no se identifican con sus nombres, sino con algún título genérico (el joven, las hermanas, la madre…). Pero esta vez concede una tregua a su devoción por el anonimato: Jasmine. La mujer que narrará su vida desde que era un niño pequeño, cuyo padre alguna vez le amenazó de muerte por no ser lo suficientemente hombre.

La intención por enfatizar la pluralidad de visiones en El verbo J se vuelve patente desde antes del inicio, ya que los nombres de los capítulos son los pronombres personales, con alguna leve modificación: Yo, Tú, Él, Ella, Eso, Nosotros, Ustedes, Ellos. La elección de esos títulos no es gratuita. Con cada capítulo Hernández pone un énfasis especial en cómo se relacionan los demás con el personaje principal.

El verbo J y la historia de la supervivencia

Hernández nos confronta con una realidad que no estamos acostumbrados a ver: la transexualidad, sí, pero no desde la militancia LGBT (tan necesaria en este tercer mundo), sino desde la cotidianidad, que en nuestra región se traduce como pobreza y marginación constante. Pone también el dedo sobre heridas menos evidentes, como la transfobia entre la misma comunidad.

Pero sobre todas las cosas, El verbo J —y me atrevería a decir que buena parte de la obra de Claudia Hernández— habla sobre la supervivencia: a la violencia, a las condiciones económicas adversas, al país, a la región, a la religión y, en fin, la supervivencia del ser humano a la humanidad misma.

La segunda novela de la salvadoreña Claudia Hernández es una historia de supervivencia a la violencia sexual, los estereotipos, la discriminación, la enfermedad y el corazón roto, sentenció la Revista DC en una breve pero justa reseña sobre esta novela.

Claudia Hernández es una escritora salvadoreña. Nació en San Salvador, el 22 de julio de 1975. Licenciada en comunicaciones por la Universidad Tecnológica de El Salvador, realizó también estudios de Derecho. En 1998 ganó el primer honorífico (cuarto lugar) del premio Juan Rulfo, de Radio Francia Internacional, en la categoría de cuento. En 2004 obtuvo el prestigioso premio Anna Seghers, en Alemania. Ha sido antologada en España, Italia, Francia, Estados Unidos y Alemania. Se ha desempeñado como catedrática de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA)
Fuente: Claudia Hernández.

Imagen principal tomada de Powerpaola.